Se podria decir que Beethoven fue el creador de la sonata para violonchelo y piano tal y como lo entendemos hoy en dia. Antes, Mozart, Haydn y otros compositores utilizaban el violonchelo como bajo contínuo y no le daban un papel protagonista.
Bien es cierto que Bach y Bocherini habían escrito sonatas para éste instrumento pero con un tratamiento muy diferente y con acompañamiento de bajo contínuo.
Beethoven fue el primero que consideró el violonchelo como instrumento solista utilizando diálogos entre los dos instrumentos tratandólos como iguales.
Las dos primeras sonatas op. 5 las escribió para el rey de Prússia Friedrich Wilhelm II cuando tenía 26 años. Aunque eran sonatas de carácter muy contrastado, tienen una estructura muy similar. Las dos, comuestas de dos movimentos, comienzan con una introducción lenta tan desenvolupada que da la sensación de ser un movimiento independiente y creando así la ilusión que la sonata está compuestao de 3 movimientos.
En este mismo tiempo, en un período de cinco años, escribe también las tres séries de variaciones. Las primeras variaciones sobre un tema de Judas Macabeus de F. Händel (que él lo consideraba el mejor compositor de la historia) las escribe juntamente con las dos primeras sonatas.
Beethoven utilizó el género del tema con variaciones a lo llargo de su vida en muchas de sus composiciones; en sonatas, quartetos, simfonías, etc. Era un género que le gustaba mucho y que desarrollaba con facilidad.
Cuando escribió la tercera sonata lo hizo al mismo tiempo que su quinta simfonía. Aunque eran de la misma época, presentan carácteres muy diferentes. Mientras que en la simfonía se debate entre el ser humano y el destino, con carácter trágico, la sonata presenta un carácter completamente opuesto y más optimista.
Hacía mucho tiempo que no escribía para ésta formación pero sigue el camino que había iniciado con las dos primeras sonatas dando aún más protagonismo al violonchelo y ampliando su registro. De hecho, la sonata empieza con una frase que interpreta el violonchelo solo.
Las dos últimas sonatas, op. 102, tienen una complexidad cambrística tan grande (escrito hasta el momento) que se decidió editar las partes de cada instrumento con toda la partitura completa por tal de hacer más fácil la interpretación.
En éstas sonatas ya se vé su estilo tardío tanto en la forma y en la estructura de la cuarta sonata que rompe completamente con la forma clásica, como en la fuga del movimiento final de la quinta sonata que revoluciona totalmente éste género.
En éstas ocho obras se aprecia claramente las distintas etapas del compositor; desde la etapa más clásica hasta el romanticismo. Se puede observar como Beethoven rompe con todas las normas compositivas y revoluciona el mundo musical.
Está claro que Beethoven es un punto y a parte en la história de la música.
Concierto I
Sonata nº1, op. 5 nº1
- Adagio sostenuto – Allegro
- Allegro vivace
Die Zauberflöte op. 66: Twelve variations on “Ein Mädchen oder Weibchen”
Pausa
Die Zauberföte woO. 46: Seven variations on “Bei Männern welche liebe fühlen”
Sonata nº2, op. 5 nº2
- Adagio – Allegro
- Rondó – Allegro
Concierto II
Sonata nº3 op. 69
- Allegro ma non tanto
- Scherzo – Allegro mosso
- Adagio cantabile – Allegro vivace
Judas Macabeus: Twelve variations on “See, the Conq’ring Hero comes”
Pausa
Sonata nº4, op. 102 nº1
- Andante – Allegro vivace
- Adagio – Tempo d’Andante – Allegro vivace
Sonata nº5, op. 102 nº2
- Allegro con Brio
- Adagio con molto sentimento d’Affetto
- Allegro – Allegro fugato